Voz lisonjera

El halago empalaga como el dulce en exceso,
y te embriaga, te enreda
en un terreno de acentos
donde abundan alabanzas de melaza.

Cuídate de su adicción,
de no ver el hastío
que causa en el tiempo
vivir sólo de la buena palabra,
y apartar la crítica
de tus entrañas.

No azolvas tus oídos
porque creas que es mejor
que sólo debas escuchar
las dulzonas voces lisonjeras.

original de janos65

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