Kirk se encuentra con el Ford del 60 (Cap.2)

Kirk ha reaparecido. Le han visto en una oscura y anchísima avenida. LLevaba puesta una gabardina negra y un sombrero de los que ya no se usan. Kirk es fan de Casablanca, será por eso que sigue en pie con esa vieja moda de la vida en blanco y negro.

A lo lejos viene el Ford azul del 60. Los pasajeros deben ser los clientes del Bar Aguita Amarilla. Él piensa en la morenaza de cabello enmarañado. Kirk apura el paso sobre el raydo de peatones, no quiere problemas pero los problemas lo encuentran a él. La avenida es tan ancha que parece un río majestuoso de pavimento negro, luces destellantes y personas que buscan su hormiguero para descansar el trabajo del día.

El Ford ha frenado justo en frente de Kirk, pero él no se ha movido un centímetro. No les temió antes, ahora tampoco. Kirk parece un tipo temerario de los que ya no existen. No pensó en la muerte, sabe que aún no es su tiempo para descender al Hades. Los tipos se bajan del Ford, son tres y están armados con pistolas automáticas. Kirk no se mueve un milímetro. Los sujetos agitan sus armas mientras gritan amenazas de muerte. Los ojos de Kirk brillan peligrosamente. Los sujetos dejan de agitar sus armas. El tipo que Kirk golpeó en el estómago, sigue pavoneándose con el arma apuntando hacia el cielo. La avenida ya está sola. El duelo causó un efecto Lejano Oeste en los peatones. Todos corrieron a esconderse. Nadie asoma ni una pestaña, nadie quiere ser testigo de lo que va a suceder.

Kirk no dice nada, pero tampoco retrocede ante la amenaza del valentón que sigue profiriendo insultos y maldiciones. El sujeto comete un tonto error; acercarse demasiado a Kirk, quien desarma en un parpadeo al tonto fanfarrón. Comienza a llover. El ambiente parece más dramático. Los otros dos hombres apuntan a Kirk, pero ya han perdido el control de la situación gracias a su estúpido amigo.

Kirk apunta a la cabeza del tonto desarmado y con su voz imita un ...¡Pum!... El sujeto se sobresalta y se cubre el rostro. Kirk lo golpea con la cacha del arma y éste gime como un niño asustado. Cae al piso desmayado. La lluvia comienza a pintar el pavimento con un hilillo de sangre que cruza el rayado peatonal hasta el otro lado de la avenida. Uno de los secuaces abre fuego, pero falla. Kirk levanta el arma y se defiende; dispara y derriba al hombre de un balazo en el pecho. El otro se atemoriza tanto que sale corriendo, no sin antes arrojar su arma sobre el suelo. Kirk le apunta, lo tiene en la mira pero no dispara, sólo dice entre dientes, - ¡cobarde!. Se arrodilla frente al fanfarrón, lo agarra por la camisa, pero hace rato que anda en otro mundo. Kirk lo deja caer y la cabeza del sujeto suena como una caja vacía.

A lo lejos viene un auto de la policía. El ulular de las sirenas se acerca cada vez más. No es una patrulla, son varias unidades que acuden al lugar. Después de todo, alguien sí avisó lo que sucedía. Un camión viene en dirección contraria. Pasa justo a un lado de Kirk, casi lo arrolla. Los cauchos del pesado camión caen en un hueco que casi lo hacen voltear y levantan una ola de agua sucia que más que salpicar a Kirk, lo envuelve. Cuando el agua cae al suelo ya Kirk ha desaparecido. Lo hizo otra vez, pero cómo, luego lo sabremos...

original de Janos65

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