Juegos para niños 2
Está la hermanita con el benjamín, ella no llega más arriba de la cintura de su madre, y el hermanito vive todavía sus días de lactante desdentado. Suena una melodía pegajosa, que invita al juego de circo cruela, ¡hop!, ¡hop!
Balancea el cochecito de aluminio, diseño del movimiento Pop, hacia adelante, hacia atrás. El pequeñito ve que el techo se desplaza, ríe balbuceante y… ¡hop, hop, hop!, sale de la mente de la niña un cañón a todo color, el techo es una carpa, su madre es un león que en su lengua tiene un látigo y castiga al domador, que es su pequeña niña, pues ésta amenaza con su largo cañón de boca de dragón disparar al desdentado niño más allá de la carpa de tela brumosa de su imaginación.
¡Hop, hop, hop!, salta la niña como un ratón arañado por un gato, ¡hop, hop, hop! La función no soporta más tensión. El león y su látigo se han ido a la taquilla pues el dueño del circo quiere café negro y prensa para leer.
¡Hop, hop, hop!, enciende la mecha en sus ojos, se llenan de fuego, sonrisa maliciosa, un diablillo jala las cuerdas, ya la niña es marioneta, y dispara el cañón… ¡hop, hop, hop!, hacia adelanta, hacia atrás, sale el coche disparado, el techo es una mancha blanca en los ojos del lactante… ¡hop, hop, hop!... y el cochecito de aluminio pierde la capota mientras cae por el abismo de una escalera, yéndose al traste el circo, la carpa, el café, la prensa, y se desatan sobre la niña látigos de fuego… ¡hop, hop, hop!
original de Juan Csernath
Balancea el cochecito de aluminio, diseño del movimiento Pop, hacia adelante, hacia atrás. El pequeñito ve que el techo se desplaza, ríe balbuceante y… ¡hop, hop, hop!, sale de la mente de la niña un cañón a todo color, el techo es una carpa, su madre es un león que en su lengua tiene un látigo y castiga al domador, que es su pequeña niña, pues ésta amenaza con su largo cañón de boca de dragón disparar al desdentado niño más allá de la carpa de tela brumosa de su imaginación.
¡Hop, hop, hop!, salta la niña como un ratón arañado por un gato, ¡hop, hop, hop! La función no soporta más tensión. El león y su látigo se han ido a la taquilla pues el dueño del circo quiere café negro y prensa para leer.
¡Hop, hop, hop!, enciende la mecha en sus ojos, se llenan de fuego, sonrisa maliciosa, un diablillo jala las cuerdas, ya la niña es marioneta, y dispara el cañón… ¡hop, hop, hop!, hacia adelanta, hacia atrás, sale el coche disparado, el techo es una mancha blanca en los ojos del lactante… ¡hop, hop, hop!... y el cochecito de aluminio pierde la capota mientras cae por el abismo de una escalera, yéndose al traste el circo, la carpa, el café, la prensa, y se desatan sobre la niña látigos de fuego… ¡hop, hop, hop!
original de Juan Csernath
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