Yo era azul, y tú de un color rosa nada común


Yo tengo un sueño de poder volar hacia atrás
Aterrizar en tus brazos y besarte otra vez
como cuando éramos adolescentes,
irresponsables y terriblemente pobres.

Quisiera que me nacieran alas de pergaminos reforzadas con el corazón,
que latieran con la fuerza de mil caballos,
desbocarnos sin temor alguno hacia la garganta de los ciegos besos,
hacia el lecho del fuego jamás encendido,
y rodar como piedras arrojadas a fosas interminables de oscuridad,
chocar con fuerza apocalíptica y arrojar chispas que iluminen,
de nuevo,
nuestra razón,
mirarnos con las arrugas
y comprender que el recuerdo permanece en el mañana persiguiéndonos,
arrebujándose con nuestros cuerpos.

Yo tengo un sueño de poder volar hacia atrás,
de rebobinar los errores y borrarlos de la memoria del tiempo
Besarte otra vez sobre la piedra moteada.

Quisiera que me nacieran alas de terciopelo para acariciar de nuevo tu faz estrellada
y dejarte palabras en tu oreja perlada.

Quisiera ser sabio y ser niño al mismo tiempo,
ser ambos para no perder jamás
los dedos de inocencia que tuve en mis manos,
las noches que no terminaban en mi corazón,
las lágrimas que no colmaban mi vaso de tristeza,
la carta que aún no termino de redactar.

Quisiera volar hacia atrás y apagar el sol como si fuera un candil,
aspirar el dulce olor de la espiral de humo de tu perfume,
cubrir la luna con una suave capa de lana de oveja,
amainar su luz para susurrarte durante noches interminables
de todo lo que se extravió en el camino.
Yo tengo un sueño imposible de cumplir,
lo sé,
pero en mi cerebro hay un universo sin fin,
es verdad,
es así,
puedes entrar cuando quieras y dormir en mi lado derecho,
retozar en mi lado izquierdo
y alimentarte de la dulzura de mis neuronas enamoradas.

Yo tengo un sueño imposible de alcanzar,
pero quizás una mañana despejada,
cuando ambos dejemos de respirar podremos bogar como meteoritos errantes,
quemando la atmósfera,
calentando la oscura inmensidad del universo
Quizás cabalgaremos un cometa solitario
entre cinturones de recuerdos,
entre amigos sinceros,
uno al lado del otro sin olvidar que lo que tengamos ya ni la eternidad no los podrá quitar
Tal vez sea un sueño tonto,
una épica imposible,
un onírico final inexistente,
y qué,
en mis letras estás tú volando hacia atrás,
descendiendo a esa tierra de nunca jamás donde yo soy azul,
y tú de un color rosa nada común.

Yo tengo un sueño imposible de alcanzar,
pero al menos cada noche que muero y reposo en mi tumba,
lo intento,
no sé tú.

Cada día que renazco sigo bregando para ser feliz,
ganarme la sonrisa en la tierra y no en el más allá,
no sé tú.

Yo tengo un sueño difícil de cumplir en el que siempre estás y estarás tú,
no sé si sueñes algo parecido, pero cada día intento volar hacia atrás
para llegar a esos días donde yo era azul,
y tú de un color rosa nada común.

Juan Csernath

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