Hijo
No dejes
herencia
No dejes
sueños que seguir
Ni rastros
hasta el sol
para que él
no se queme en la carrera de tu yo perdedor
Déjalo
continuar por su senda de aprendizaje
Déjalo volar
como una polilla hacia la luz
No temas,
sus alas no arderán ante la inclemente llama
No hay
victorias sin derrotas
No temas, no
se acostumbrará a perder
Él continuará
tu camino, lo torcerá para ti
y verás al
final del ocaso una sonrisa de logro
Verás que el
pesimismo no se hereda,
que nunca
fue un mal congénito
No dejes
herencia
No redactes
testamento
No dejes tus
sueños para que él los siga
Déjalo
planear y estrellarse
No morirá en
el intento
Se levantará
más fuerte
como un
soldado forjado en reluciente bronce
Con un
poderoso corazón de oro
Con una
sonrisa cincelada en cautivante plata
Déjalo ser
la joya que buscaste hasta la locura
Déjalo llorar
en su soledad
Déjalo amar
y perder, déjalo, su corazón sanará
Un día se
marchará, un día ya no dormirá
Ni tú
estarás para cargarlo y llevarlo a la seguridad de su habitación
Un día todo
cambiará y tú serás el pájaro en la jaula
Estarás sobre
un piso frío mirando estrellas y sueños
Él, alcanzará
las estrellas y las cristalizará en realidades
Una tras
otra caerá, uno tras otro sufrirá su felicidad
y tú morirás
en paz
No temas
No llores
porque el tiempo sea finito
No sufrirás
su partida, así debe ser
El mundo es
un carrusel de alti bajos
Y qué, si a
ti te tocaron las manzanas insaboras,
Y a él, los
mejores regalos de las estaciones
No reces, no
llores, no aprietes su corazón
Déjalo latir
hasta el infinito
Corre hacia
tu sol e incinérate sin molestar
Él derrotará
por ti a los que un día se mofaron de tu corazón
Él regará tu
jardín de desdichas
y florecerá
con un intenso color
No temas,
déjalo partir
No dejes
herencia
No dejes
sueños que seguir
Ni rastros
hasta el sol
para que él
no se queme en la carrera de tu yo perdedor
Déjalo
continuar por su senda de aprendizaje
Déjalo volar
como una polilla hacia la luz
No temas,
sus alas no arderán ante la inclemente llama
No hay
victorias sin derrotas
No temas, no
se acostumbrará a perder
Él continuará
tu camino, lo torcerá para ti
y verás al
final del ocaso una sonrisa de logro
Verás que el
pesimismo no se hereda
Entonces,
finalmente, lograrás dormir
Juan Csernath
2.feb.2013
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