Mariposa


Hay una chica que como mariposa viste,
que como mariposa baila un vals pasado de moda.
Es una chica de ojos negros con versos ligeros,
pies de algodón que nunca tocan el suelo.

Hay una chica que llora sin consuelo,
que danza con el cielo buscando en éste un caballero,
un corcel azabache que hable el sueco
y un humano que no sea un insensible hombre.
Que no mire las cosas con demasiada testosterona,
que hable con voz de fragante amapola,
que le regale dedos de crisálidas,
que transformen su mala hora.

Hay una chica que como mariposa viste,
que como mariposa va al capricho del viento.
Es una chica de ojos negros con versos ligeros,
pies de algodón que nunca tocan el suelo.

Hay una chica que toca música en su minuto de  locura.
Que se pierde en la calle de las sombras.
Que es rescatada por el malva atardecer
y colocada con delicadeza sobre una colorida y mullida alfombra.

Hay una chica que como mariposa viste,
que como mariposa en 72 horas desiste.
Es una chica de ojos negros con versos ligeros,
pies de algodón que nunca tocan el suelo.

Busca en su vuelo un macho gentil y cabrío
que no embista, que no tenga cuernos.
Que no bale como una tonta oveja.
Que no brame como un furioso  elefante.
Solo quiere vestir como mariposa,
declamar para el deleite de otros versos ligeros
y que sus pies nunca toquen el suelo.

Juan Csernath
25.feb.2013

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