Zumbido

Zumbido

Hay un zumbido loco en el aire, unas trompetas de elefante.

Revientan el aire y las palabras se achican ante el sonido incesante.

Las miradas se topan con el denso ambiente del enojo

y la frustración ahoga las esperanzas en los rostros sin lengua.

Hay moscas pululando, sembrando larvas en las manos.

Un tapiz negro con mil ojos que lo ven todo pero no miran nada.

Hay un león escondido debajo de la silla y diez ratones asustados.

Hay un zumbido desconcertante que perturba los sueños.

Se colma el aire de partículas, dardos asfixiantes.

Garganta cercenadas por lágrimas ácidas de decepciones,

se queman los dedos que intentan atrapar

el cariño extraviado en los pasillos del hogar,

ya no hay juguetes en el suelo ni el niño espera atraparte.

Hay un zumbido de mil moscas devoradoras,

son cortinas, son horas detenidas, no hay tiempo ni reloj que dé la hora.

Dónde fueron a parar los mininos arrebujados en nuestra colcha,

por qué el sol no entró más en la habitación y el gallo no cantó más a su hora.

Hay moscas zumbando, sembrando suciedad en el mesón de la cocina.

No hay alimentos que sacien las diferencias ya vencidas,

hay un zumbido incesante que se clava como espina

y la frustración es un bramido aterrador, lacerantes esquirlas.

original de janos65 – Juan csernath