Espíritu sin luz



En un puño cerrado, una larga espera.
En una mano abierta, una súplica a sus dudas.
En las palmas abiertas, diez dádivas.
En una tarde descolorida, una mirada oscura,
ojos hundidos de una niñez muda.

Reposan sobre pequeñísimos pies, años escasos de sonrisas.
En su cabello blondo alguien peina sus días la inocencia tímida.
Un oberol azul oscuro, una madre con sueños de príncipes y princesas,
y alrededor un espíritu paterno que pasa cerca pero no se ve su luz.

¿Quién capturó la imagen del rostro aprensivo,
de los labios azules y mordidos?
Fue el espíritu de voz masculina, pasó cerca pero no se vio su luz.
¿Quién ordenó una pose inamovible?,
¿quién prohibió la respiración?
Quizás fue el mostacho del hombre adulto, un espíritu sin luz.

Su flash negro retrató a un pequeño y en sus ojos pinto lazos negros.
Sembró claveles púrpuras en sus sueños, espíritu oscuro paterno y sin luz.

En un puño cerrado el temor de decir algo.
En una mano abierta el deseo de tocar estrellas.
Un árbol alto y blanco, flores sepias en el tope.
Una flor negra en las fosas nasales.
Una tecla grave en la garganta, fuerte y gruesa,
un mal genio, truenos de reprimenda.
Una cabeza de toro, un espíritu frío y sin luz.

En las palmas abiertas la espera del regreso a casa.
Las buenas noches, o un juego de metras.
Un cuento increíble y efectos de sonidos de la voz paterna.
Solo de sus grises nubes de lengua, ordena:
- ¡acuéstate calabozo sin luz y cierra la pesada puerta!
Y se marcha el hombre que hace las veces de padre,
el gran espíritu sin luz ni presencia.

Original de janos65 – Juan csernath

Comentarios

Viajes Astrales ha dicho que…
Gracias por este magnifico texto querido amigo.

Entradas populares