La puerta


En el mundo faltas tú,
en tu mundo falto yo.
Nos faltamos.
No hay una puerta abierta
Ni una invitación a sentarse en aquel sofá azul.
Tal vez estemos tan cerca como lejos.
Al parecer estamos perdidos en el laberíntico mecanismo de la cerradura,
la puerta que nadie puede abrir.
No hay cerrajero ni molde para hacer una nueva llave.
¿Escuchas el crujir de la puerta al abrirse?
Pero no es la nuestra, no.
Tres gotas de aceite caen a través del ojo de la cerradura.
Una te lubrica,
una lo hace conmigo,
otra se deposita entre ambos.
Nos encierra en una gota viscosa, tan densa
que no nos permite la indulgencia de tocarnos,
pero sí la tortura de mirarnos...
Claramente
Distorsionados
Cóncavos
Convexos
Alargados
Achatados
Multiplicados

En el mundo faltas tú,
En tu mundo falto yo
Nos faltamos.
Estamos perdidos en el laberíntico mecanismo de la cerradura
y no hay manera que ninguno de los dos la abra.
No hay cerrajero,
ni molde para hacer una nueva llave.

¿Escuchas el crujir de la puerta al abrirse?
Pero no es la nuestra, no.

Juan Csernath
21.nov.2012

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