Ella

ella dice que no le tema a mi oscuridad

que me aferre a la luz que quema sus pestañas

que escuche su voz guiándome en el sendero de la nada

que no mire mi viejo rostro en el paño plateado

que me atreva a saltar al otro lado de la superficie bruñida

que ruede como un corredor caído en la derrota

envejece, dice, como un colibrí, quémate rápidamente

aletea a toda velocidad, eleva los brazos y araña el techo del mundo

ella dice que no le tema a mi oscuridad

que descienda a mis propias cavernas

que entre en las fauces del terror

y me queme en la hoguera de mi maldición

que me cuelgue de una rama fuerte

que parta mi cuello, que nada sucederá

que guarde en mi memoria el sonido del crack

ella dice que deje de soñar, que escuche al fantasma cantar

que no me crea una súper estrella

que la vida es un solo show

una sola presentación, nada más

ella dice que cubra mis paredes con la negra incertidumbre

que susurre como las luciérnagas, que me desvanezca como el agua

que me apague como una luz en agonía

que escuche su voz guiándome hacia la oscuridad

que no mire mi viejo rostro en el bruñido paño plateado

envejece, dice, como un árbol centenario y muere de pie

desciende a tus propias cavernas y piérdete en el oscuro pantano

en las fauces del saurio milenario de tus temores

ella dice que no le tema a la oscuridad

que envejezca como un árbol centenario,

que muera podrido y de pie

ella…

Juan Csernath

15 nov. 2012