El dueño del circo

Viene por el camino la caravana sobre ruedas. Tristes artistas comandan las riendas, no hay motor que ruja, sólo un puñado de viejos caballos tiran con pena. Adentro del carromato, el viejo dueño cubierto de polvo. Su faz es una alfombra marrón de tantos días viajando a ningún lado y las lágrimas dejan surcos de tristezas sobre sus mejillas.

Los payasos enflaquecen, ya no comen de sus chistes ni risas. El malabarista se ha tragado sus pines, bolas y aros. La pareja de trapecista se ha separado, uno se ha quedado con la red y el otro con el trapecio. Han subastado sus mallas y sólo les queda un espíritu abatido y días desaliento.

Los animales han tenido que ser disecados. De cuando en cuando son exhibidos como animales extintos y cobrar unos pesos de más, que siempre van a parar a manos del dueño tirano del circo.

El hombre fuerte ya es un enclenque. Un niño le derrotaría con sólo mirarle. Sus bíceps se han pegado a los huesos de su brazo y sus orgullosas y esculturales piernas ahora son dos varillas, débiles siluetas.La mujer barbuda sufre caída de cabello. Crisis nerviosa le diagnóstico el doctor del último pueblo donde actuaron. No recibieron ni un aplauso, y los asistentes salieron desolados para continuar en su vida de pueblo olvidado.

Sigue la caravana avanzando entre nubes de polvo y un sol apagado, y dentro del carromato guiado por uno de los enanos, se extingue de mengua el viejo tirano, el dueño del circo.

original de janos65
micro cuento

Comentarios

vanessa csernath ha dicho que…
deprimente que la mujer barbuda sufra caida de cabello... no se que tiene este relato que me encanta

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