Dálmata de granito

Pegado al frío granito, sobre el moteado dálmata de piedra
aguardo suspendido en el tiempo a que abras la puerta,
que asomes con cautela tus ojos verdes,
que muestres tu firmamento de pecas
y sonrías apartando las nubes de las escaleras
Que tus pequeños pasos espanten fantasmas de tristezas,
que tu pequeñísima mano alivie mi larga espera
Es entonces que un beso tuyo enciende torbellinos de suspiros
La piel de ambos se eriza, mi camisa se arruga, la tuya se pega
y mi mano sin permiso palpa uno a uno tus botones,
descifrando el ojal donde están atrapados,
para abrir el hermoso y juvenil pecado
y calentar mis manos en tus suaves lunas…
Y todo sucede mientras el dálmata de granito calla y espera

original de janos65