Todo es muy confuso


Flores en los poros
Polen tiñendo la piel
Luces quemando los ojos
Avispas aguijoneando corazones
Veneno fluyendo por la venas
Todo es muy confuso cuando la muerte toca a tu puerta

En el frente de la casa se sienta el diablo rojo
aguardando una solicitud de tu parte,
una señal de tu debilidad humana
Un guiño de tus ojos, una duda irracional
Él sabe el miedo que sientes a pudrirte y ser festín de gusanos
Pero tú dices no creer ni en cielos ni en infiernos
El demonio perdió el viaje contigo
Tú solo quieres un ticket que te lleve a jardines sin avispas
donde suenen trompetas con dulces balidos de ovejas

Por favor perdóname, nunca quise herir a nadie
Por favor, llévame al lugar donde los niños nunca crecen
Por favor perdóname, nunca quise defraudar a nadie
En estos días nadie cree en cielos ni en infiernos
Solo existe la realidad virtual de la red
Tu primer beso, el de una princesa con dos mil pixeles de colores

Voces ordenando
Un mundo simétrico a tus pies
Un alimento sintético en tu estómago
Un llamado metalizado al amanecer
El sol brilla igual que hace dos mil años
pero hoy tu alma no es la misma

Por favor perdóname, nunca quise herir a nadie
Por favor perdóname, nunca quise defraudar a nadie
Por favor perdóname, por creer en cielos e infiernos
Por favor perdóname, por no creer en dioses virtuales

Flores en los poros, raíces en los tímpanos
Polen tiñendo la piel, pétalos atascando la garganta
Luces incinerando retinas, sol negro eclipsando el iris
Todo es muy confuso cuando la muerte toca a tu puerta

Avispas aguijoneando corazones
Veneno fluyendo por las venas
Pulmones sofocados por la erupción repentina de dolor
Todo es muy confuso cuando la muerte toca a tu puerta

En el frente de la casa un diablillo ha quemado el césped
Un ángel ha dejado plumas blancas como constancia de su existencia
Un guiño de tus ojos, una duda de tu fe
Miedo a ser el festín principal de los gusanos

Por favor perdóname, nunca quise hacerle daño a nadie
Por favor perdóname, nunca quise defraudar a nadie
Por favor perdóname, por creer en cielos e infiernos
Por favor, llévame al lugar donde los niños nunca crecen
Por favor perdóname, por no creer en dioses virtuales

Avispas aguijoneando corazones
Veneno fluyendo por las venas
Pulmones sofocados por la erupción repentina de dolor
Flores en los poros, raíces en los tímpanos
Polen tiñendo la piel, pétalos atascando la garganta
Luces incinerando retinas, sol negro eclipsando el iris
Todo es muy confuso cuando la muerte toca a tu puerta

Juan Csernath
22 de junio 2012

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