Olvidaste
Olvidaste
la estampa dibujada en tu cerebro, un secreto de una tumba no cavada
Ya
no miras en tus sueños ni remueves las lápidas de tus neuronas para encontrarme
Ya
no importa el eco de las voces y las risas de los días de la piedra moteada
Olvidaste
tus promesas, así como vendiste tus besos al viejo por un saquito de dinero
No
sé dónde están tus esperanzas, tu felicidad la empeñaste por tres monedas
doradas
El
lujo ni los títulos son suficientes para cubrirte por las noches
Las
sombras de tus culpas invaden tu cuarto y como un gran cuervo negro se posan
sobre tu pecho
Los
graznidos de tus pesadillas son las letras de un obituario que reniegas
No
quieres colocar verdades sobre tus labios, ni escuchar duras acusaciones
No
hay jueces en tu mundo pero tú eres el mazo que golpea tu propio estrado
Hace
tiempo dictaste sentencia para tu vida, y tu vida no encuentra cielo en esta
tierra
Olvidaste
que alguna vez soñaste ser virgen blanca y desparramarte con tu inocencia sobre
un lecho
Olvidaste
que tus ojos se quedaron clavados en la ventana de los párpados rosas
Olvidaste
que tu voz se hundió en otra garganta y cantaron juntos palabras de esperanzas
Olvidaste
que tu piel se abrió para una mano blanca y tus poros se transformaron en
volcanes
Ya
no importa el eco de las voces
Ya
no importan las lápidas olvidadas de tus neuronas
Ya
no importa la risa de la piedra moteada
Ya
no importa si tu alma se subasta
Olvidaste
que soñaste con mi mano blanca abriendo tu piel
Olvidaste
que caíste en un torrente de alegría cuando tus poros erupcionaron bajo mi
lengua
Olvidaste
el ramillete blanco de tus promesas
Los
graznidos de tus pesadillas te lo recuerdan
Las
verdades afloran de tus labios involuntariamente
Arrancándote
lágrimas negras de tus cristalinos ojos
Blancos
Opacos
Incoloros
Castigados
No
hay jueces en tu mundo pero tú eres tu propio mazo castigando el estrado de tu
conciencia
Hace
tiempo dictaste sentencia para tu vida, y tu vida no encuentra cielo en esta
tierra
Juan Csernath
8 de junio 2012
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