Los malos años

Los malos años vinieron con malos hombres

Nacieron el mismo día que mi madre parió

Ventiscas heladas recorrían la cima de mi cabeza

anudando cabellos, desordenando los sueños

El pesado paso del pie de acero

hacía crujir las tablas de la casa

Agrietaban la calle y el negro suelo

dando paso a lo oculto

Los malos años no se fueron con solo pedirlo

Permanecieron mucho tiempo echados como perros en el porche de la casa

Los canes tienen pulgas y los hombres cargan culpas

Las culpas no se rascan, las pulgas sí

Las pulgas y las culpas pican por igual

Carcomen el cerebro y taladran la conciencia

Los malos años son como la ausencia del viento en el verano

Sofocan y hacen que la ropa se pegue al cuerpo

Adormecen, agotan y vencen

Cuando han cumplido su tarea

Una enredadera canosa ha crecido  sobre la cabeza

y pliegues profundos forman cañones en la antigua belleza

Hay que ser buen jardinero para desbrozar tanta maleza

Tener afiladas navajas, oxidadas manos de tijeras

con la fuerza suficiente para librar el campo de los malos años

Pararse firme y observar el erial que ha dejado

Los guijarros adornando el paisaje marciano de La Tierra

Sentirse desterrado, enajenado, solitario

Los malos años siempre vienen con malos hombres

Pretendiendo ser buenos corazones

No los escuche ni mires a los ojos

Sus alientos son ventiscas mal oliente y heladas

que recorrerán la cima de tu cabeza

Blanquearán tus dorados cabellos

Enredarán tus promisorios sueños

Hay que ser buen jardinero para desbrozar tanto mal,

para expulsar a los perros echados en el porche de la casa

Sacudirse las pulgas y las culpas que pican por igual

Rascarse es un alivio temporal

Eliminarlas es la solución final

Los malos años son como la ausencia del viento en el verano

Sofocan, adormecen, agotan y vencen

Hay que ser muy buen jardinero para desbrozar tanto mal

y patear los malos años que se echan en el porche del hogar

Juan Csernath

26 junio 2012