Nada es nada

Nada es nada

Nada es tan duradero ni eterno, ni tiernos son todos los besos.
Nada ni nadie tiene tanto tiempo ni el tiempo espera ofrecerlo.
Ni siquiera pequeños pasos, dulces balbuceos llenan todos los momentos.
Almas en duelo, lenguas de fuego no suspenden las leyes del cielo.
Pieles calcinadas por los dedos que cazan deseos
son alfombras en los cuartos oscuros, tapetes de pecados y de amores;
dan un paso, después otro, la soledad no es tan lejana ni la felicidad es tan cercana.
Lo maravilloso parece demasiado lejano pero es tan cercano como una mañana.
Extraños pasos que no sabemos dar, extrañas voces que no solemos escuchar.
Nada es para siempre y para siempre es la dulce muerte.
Extraños pasos que no podemos seguir, extrañas intuiciones que dejamos de vivir.
Nada soporta tanto sol ni puede vivir siempre en las sombras.
Nada puede sobrevivir sin beber agua ni mantenerse por siempre debajo de ella
Nadie sigue sus propios pasos ni sus pasos siguen sus malos pasos.
Nada se pierde en el camino que no encuentren otras manos.
Nada se conserva eternamente ni se pierde para siempre en los rincones de la mente.
Nada es tan corto como la vida ni tan cercano como la muerte.
Nadie respira por su cuenta hasta que lo despiertan del buen sueño
y el buen sueño dura tan poco que se parece demasiado a la vida.

Nada es tan duradero ni eterno, ni tiernos son todos los besos.
Nada ni nadie tiene tanto tiempo ni el tiempo espera ofrecerlo.

Juan Csernath