Toda la sal
Eres la sal que necesitas
El manto turquesa del
vasto mar
La tumba de tus profanos
secretos
donde se hunden las barcazas
cargadas con tus mentiras
Perecen los marineros que
te obligan a pescar
noches de juerga, pecados
y locuras
Los cadáveres de la noche
adornarán el lúgubre lecho
como eternos corales sin
vida
Eres toda la sal que
necesitas
el pez plateado y el
filoso anzuelo
la carnada perlada de piel
blanca
extraída de una ostra
secular;
jugosa, gustosa perfumada
fantasía,
sirena que se esfuma
entre bancos de arena
Eres toda la sal que
necesitas
La gaviota que planea
sobre las olas inquietas
pececillos que juegan con
lenguas espumosas del oleaje
El pico que se zambulle y
atrapa infortunados náufragos
el incauto que se hunde
como ancla
y se teje una cruz de
algas para el azul,
su profundo camposanto
Eres toda la sal
Manto turquesa que se
cubre asimismo
rabia misteriosa del mar,
destello de sal en una
mirada
restos de escamas en una
costa olvidada
salitre que consume los
huesos calcinados
Eres toda la sal que
necesitas
Sobreviviente que bracea
sin fuerzas hasta la orilla
ermitaño que dormita
sobre el lecho de arena
un plomo atado a un
cordel
esperando por la boca de
un voraz pez;
¡Qué te trague!
¡Qué te engulla!
¡Qué te digiera y te
expulse!
restos incomibles,
carroña, desperdicio marino
¡Nadas!
nadas por siempre como una partícula oceánica
diluida en la inmensidad
de tus increíbles fantasías
sin necesitar nada más
porque eres toda la sal
que necesitas
Juan Csernath
22.marzo.2013
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