Ni tiza ni pizarrón

No hay escuela
que enseñe sobre el dolor
ni cura para las penas secretas
¿Dónde amanece Dios?
quiero verle,
pero se quemarían mis retinas
y mis recuerdos se volverían cenizas
Entonces no sería nada
ni nadie vendría a mi escuela
donde yo no soy profesor
ni estudiante
ni tiza ni pizarrón,
solo un rayo de sol
calentando un día

Juan Csernath
30 septiembre 2014

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