Sumar espinas al dolor
Hoy entraste
a un cuarto vacío
en éste la
bombilla ya estaba quemada
la oscuridad
te abrazaba desde antes,
no entiendo
el por qué
ya que tu
alma es la envidia de las luciérnagas
Esa
oscuridad te condujo hacia la nada
donde pensabas
que nada sucedía
que allí tu
cuerpo yacería sin heridas
sin deudas
sin llantos
sin problemas
Pasaste de
la tierra al aire en un insano instante
Creíste que
flotar breves segundos te sanaría
que en ese
espacio inalcanzable tu alma permanecería intocable
¿Vistes tus
huesos?
Yo los
escuché crujir en la lejanía
Tu alegre
voz viajó hasta mi casa
el dolor se
quedó rebotando en mis paredes
mis dudas
sobre la existencia se extendieron como raíces negras
La oscuridad
tomó tu mano un segundo
y la locura
hizo contigo de las suyas
Pensaste que
tu cuerpo se quebraría
que ya no
tendrías deudas
ni problemas
ni presiones
terrenas
Que ya nada
te dañaría
pero no
pensaste bien en el dolor que en mi lar se clavaría
No flotes
más por breves segundos
cambia la
bombilla de la casa
y dale luz a
tu alma atribulada
Vive en la
voz incandescente de tu hijo
verás por
medio de su luz que siempre hay una salida
La muerte
eternamente aguarda
No apresures
a lo que vinimos
Somos simples
pasajeros en el vagón de la vida
para que
tanto dolor sin sentido
si el final
desde que nacemos está escrito
Piensa un
poco
saca a
pasear el buen sentido
no sumes más
espinas al dolor
y barre las
hojas marchitas de tu vida
Juan
Csernath
22.10.2014
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