Quédate verde
Desearías
haber permanecido verde
Corta, corto
Pequeño,
pequeña
y seguir
corriendo sobre el césped
en un ciclo
interminable de felicidad
atrapado en
un eco repetitivo de hilaridad
Desearías
haberte quedado imberbe
sin un vello
que llenara de maleza tu piel
sin una
larga hebra que cosiera tu axila a la camisa
sin rastros
peludos de tu torpe paso hacia la madurez
Quisieras
seguir soplando la vela de los siete
que se te
cayeran por siempre los dientes
esos que
llaman de leche
para que te
trajeran muchas monedas
y poder
comprar instantes de felicidad
Desearías
haberte quedado en diez
sin pasar hacia
el estado febril de la responsabilidad
sin tener
que decidir a quién quieres amar
o cuánto
tienes que pagar por tu libertad
Desearías
haberte quedado girando en la rueda
fundirte en
una mancha desordenada de colores
con el
viento entrando y saliendo de tus orejas
con el sol
abrazando tus tardes de pereza
jugando con
la fuerza invisible de la inocencia
Desearías
ser todavía parte del columpio
extender las
piernas para pintarlas de azul cielo
todavía
quisieras ser una boca sin palabras claras
balbuceando
sueños que pedían caramelos
y tener todos
esos ojos rebotando por tu espalda
con tantas
manos sobre las ropas que cubrían el menudo cuerpo
los besos
sobraban, hacían fila para otorgártelos
Desearías
seguir siendo verde
y no caer de
los brazos de mamá
como una
roja manzana que la vida muerde
Juan Csernath
21.05.2014
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