EN LA OSCURIDAD DE SU SILENCIO

Él te sigue llamando en su silencio.
Él no cesa de nombrarte
y si tú lo abandonaste
¡él ha sabido perdonarte!

Él te pide que lo guardes
Él te pide que lo entierres
debajo de tus uñas,
que lo fundas con tu piel
y con tu sudor bautices su dolor.

Él te pide, que cuando tú mueras,
lo lleves en tus negros brazos de luto.
Que se queme junto a ti
en la misma barca mortuoria,
que tu pira sea la de él.

Él te sigue llamando con los labios cosidos.
Él no deja de mirarte a pesar de sus cuencas vacías.
Él teme que no le reconozcas,
que tu destierro haya desfigurado su faz,
que tus manos ya no tiemblen,
que ambos corazones se cierren
como fríos calabozos.

Él no ha dejado de llamarte
¿acaso nunca lo escuchaste?
La torpeza es sorda,
el disimulo es ciego
para el que mata el recuerdo.

Él no ha dejado de llamarte,
¡nunca! ¡nunca!
a pesar de padecer
en la oscuridad de su silencio.

Original de janos65