108.873 reclamos


Hay cantos desesperados, llamados insistentes,
soledad en las estrellas opacas, oscuridad en la cueva del alma.
108.872 reclamos dejados sobre el escritorio de un cuarto
y ninguno tiene una respuesta oficial de tu ausencia.
Nadie comenta ni tiene sospechas de que te hizo hacer valijas
y largarte del puesto de al lado y dejar de besar mejillas y labios.
Hay cantos desesperados, letras que arden, fuego provocado por ojos irritados
de tanto llanto, de 108.873 reclamos dejados sobre la mesita de tu cuarto
y sin importarte un ápice, ni interesarte en inventar excusas inverosímiles,
te pierdes en la estrechez de una gruta oscura,
en la negritud de la cueva del alma.
Hay cantos, sí, hay cantos desentonados, cantos amargos,
cantos con notas de súplicas, dedos anudados
a una lengua que no sueltan la braza del deseo.
Hormigas subiendo el tronco grueso de un árbol
llevando a cuestas los 108.873 reclamos abandonados
por los ojos indiferentes, de, ¿sabes?,ya me he encontrado algo
y no se escuchan en los tímpanos de tus recuerdos
los cantos desesperados del adicto a la gruta oscura,
el mismo que deja cuando puede un reclamo más
sobre la mesita de noche del cuarto de tu ausencia.
Ahora suman 108.874 cantos desesperados…

Juan csernath

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